Encaramado en la colina de Louveciennes, este acueducto destaca y se impone sobre sus 36 arcos y 643 m de longitud. ¡Una obra majestuosa que tenéis que conocer de paseo o en bicicleta!
El acueducto de Louveciennes se construyó en el siglo XVII para suministrar agua a las cuencas de las fincas de Marly y Versalles. Su historia está estrechamente vinculada a la de la Máquina de Marly, una increíble obra hidráulica que hizo posible subir las aguas del Sena.
Si bien no se puede visitar este acueducto, ¡no olvidéis dar un paseo a pie por sus arcos!